Todos nuestros productos son exclusivos y han sido creados por nuestros floristas para emocionar no sólo a quien los recibe sino también a quien los envía. Nuestras tiendas en nada se parecen a una floristería son oficinas de gestión y nuestro producto son las emociones, bien en forma de rosas o de bombones, peluches, champán, perfumes, etc.
Y lo más importante, todos personalizados y entregados en mano por nuestros propios repartidores, interactuando en tiempo real con el cliente de forma automatizada y profesional, lo que le confiere un valor que no podrá encontrar a día de hoy en ningún otro sitio, posiblemente del mundo.