Esto lo consigue a través de una red de clínicas a diferentes niveles de equipamiento y funcionalidad, denominadas unas ‘nodrizas’, con mayor dotación, y otras ‘tipo’, con todo lo necesario para los servicios más básicos. Ambos tipos de centros tienen una coordinada interconexión en sí con el objetivo de aumentar la oferta y garantizar un método de aplicación donde prima la excelencia.

Con esta forma de expansión, Clínicas Revitae consigue que cualquier franquiciado tenga acceso a todos los tratamientos que en la actualidad existen en medicina y cirugía estética. Las ventajas son múltiples. Por un lado, permite a cada centro, independientemente de su dotación instrumental, ofrecer al cliente todos los servicios, con todo lo que esto supone de no acabar derivándolos a la competencia.

Por otro, una forma de trabajar unitaria. También acceso a los tratamientos más innovadores y a la última tecnología. Y todo con unos costes mínimos, ya que es la franquicia la que proporciona tanto la aparatología como los médicos para los tratamientos necesarios. 

Con esta forma de operar se transmite al paciente de cualquier clínica franquiciada de Revitae que no está siendo simplemente un cliente de un centro de una localidad, sino que ha entrado a formar parte de un coordinado sistema de medicina y cirugía estética interconectado y de la máxima calidad. El objetivo, satisfacción y excelencia.