Xavier Vallhonrat: "Este nuevo año la franquicia tiene retos importantes"

El presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) analiza la claves del presente ejercicio en este artículo de opinión

Enero de 2017. “Conjunto de dos personas que tienen una actividad común, o que colaboran en algo”. Así define la Real Academia Española de la Lengua la palabra tándem. O también: “Bicicleta para dos personas, que se sientan una tras otra, provista de pedales para ambos”. De este modo podemos describir metafóricamente lo que es la franquicia. Una bicicleta en la que delante, manejando el manillar, va pedaleando el franquiciador, y detrás el franquiciado, pedaleando también al mismo ritmo, sumando esfuerzos para lograr un objetivo común: el éxito de la red.

El trabajo conjunto de franquiciadores y franquiciados, durante estos años difíciles de crisis económica, es lo que ha permitido al sistema de franquicias dejarla atrás definitivamente. La recuperación ya empezó a notarse a finales de 2015 y para este 2017 que acabamos de iniciar, las previsiones son optimistas, en cuanto a crecimientos por encima del 2% en todas las variables: número de redes, establecimientos abiertos, empleos generados y facturación global. Sin duda, si hemos logrado llegar a esta situación ha sido porque ese tándem ha funcionado coordinado, cuando se trataba de pedalear cuesta arriba, y ahora que el camino se ha allanado toca seguir pedaleando para no relajarse, consolidando lo que se ha conseguido con tanto esfuerzo, sin dar pasos atrás.

Nos encontramos en un escenario propicio para la franquicia, máxime cuando los bancos vuelven a conceder financiación, aspecto clave para nuestro sistema de comercialización empresarial, que se basa en la expansión de sus redes, tanto en el país de origen como en el extranjero. A su vez, son cada vez más los emprendedores que se interesan por la franquicia, con el objetivo de franquiciar su empresa o de abrir un negocio franquiciado, conscientes de las ventajas y los valores añadidos que ofrece, en forma de apoyos, asistencia técnica, imagen de marca, saber hacer contrastado y de éxito, sinergias y economías de escala, lo que minimiza los riesgos considerablemente, que son mucho mayores cuando se da el paso de montar un negocio propio; en ese caso no hay tándem, uno pedalea solo y si hay dificultades se han de superar, o no, sin ayuda ni respaldo alguno.

Evidentemente, en este nuevo año la franquicia tiene ante sí retos importantes, que exigen continuar pedaleando con fuerza e intensidad. El primero de ellos es no bajar la guardia: estamos en un buen momento, de madurez, con todo bajo control y perspectivas de crecimiento, una realidad inimaginable después de la crisis, que debemos mantener durante el mayor tiempo posible, todos unidos, fundamentalmente franquiciadores y franquiciados, que son la esencia y los protagonistas de la franquicia.

Por supuesto, hay que seguir apostando por nuevos canales y herramientas que permitan la expansión de las enseñas o la captación de franquiciados, como las redes sociales, sin descuidar los tradicionales, como las ferias de franquicias; también por crecer más allá de nuestras fronteras, acorde con la globalización de los tiempos actuales, y trabajar para que la franquicia siga teniendo esta buena prensa y reputación, que le va permitiendo hacerse un hueco propio en la economía nacional.

Por tanto, la franquicia afronta este 2017 con ese tándem pedaleando a pleno rendimiento, en la misma dirección, con la cabeza alta y el horizonte despejado, conscientes de que tenemos un sistema más maduro, más serio y más profesionalizado. Desde la AEF seguiremos animando y apoyando este esfuerzo conjunto de franquiciadores y franquiciados, así como de todos los agentes que integran la franquicia, para que continuemos trabajando por el bien común, porque al final, todos estamos subidos a ese tándem.